Lope de Vega asistió a la fiestas que organizaba el Duque de Lerma en honor del Rey Felipe III a principios del siglo XVII y escribió una comedia relacionada con estas fiestas .
Texto Íntegro de LAS BURGALESAS DE LERMA
Las burgalesas de Lerma de Lope de Vega (Textos para recitar)
DESCRIPCIÓN DE LERMA
¿Qué villa es Lerma? Señor,
Está tan bien adornada
de la plaza y del palacio,
y en tan buen sitio fundada,
y por su fértil espacio
de tantos templos cercada,
que no os lo sabré pintar,
pues campos, ríos, y fuentes,
hacen envidioso al mar.
¿Qué villa es Lerma? Señor,
Está tan bien adornada
de la plaza y del palacio,
y en tan buen sitio fundada,
y por su fértil espacio
de tantos templos cercada,
que no os lo sabré pintar,
pues campos, ríos, y fuentes,
hacen envidioso al mar.
DESCRIPCIÓN DE LAS FIESTAS DE LERMA
Un caballero de Burgos
con ocho rejones entra
galán, de negro, y azul,
a dar principio a las fiestas,
Salen los toros, Atenta
En Roma en toda su ERA
no corrió en su anfiteatro
del Asia, tan bravas fieras.
De Segovia un caballero,
que allá en sus fiestas dio muestra
del valor de su persona,
quiso también darle en ésta.
Lanzadas, y cuchilladas,
como delante el Rey vieras,
porque el Rey es como el sol,
y el sol cuanto mira, alienta.
Detrás de la galería
hay una rampa encubierta,
que el despeñadero llaman,
porque en entrando por ella,
no hay volteador en maroma
que dé tan extrañas vueltas,
como da un toro hasta el río,
que en sus corrientes le espera,
cubiertas de blancos cisnes
que le han de hacer las obsequias.
Un caballero de Burgos
con ocho rejones entra
galán, de negro, y azul,
a dar principio a las fiestas,
Salen los toros, Atenta
En Roma en toda su ERA
no corrió en su anfiteatro
del Asia, tan bravas fieras.
De Segovia un caballero,
que allá en sus fiestas dio muestra
del valor de su persona,
quiso también darle en ésta.
Lanzadas, y cuchilladas,
como delante el Rey vieras,
porque el Rey es como el sol,
y el sol cuanto mira, alienta.
Detrás de la galería
hay una rampa encubierta,
que el despeñadero llaman,
porque en entrando por ella,
no hay volteador en maroma
que dé tan extrañas vueltas,
como da un toro hasta el río,
que en sus corrientes le espera,
cubiertas de blancos cisnes
que le han de hacer las obsequias.
EN MADRID
Y por no pasar más lejos,
le dije que aquí no había
iglesia como en Toledo,
ni naves como en Sevilla
del indiano mundo nuevo,
ni puente como en Segovia,
hecha por Hércules Griego,
Alhambra como en Granada,
como en Lisboa extranjeros,
como en Valladolid plazas,
como en Salamanca ingenios,
como en Córdoba caballos,
en Avila caballeros,
como en Valencia jardines,
como en Zaragoza templos
y vidrios en Barcelona,
sino un apacible cielo
que cubre fáciles casas,
que hoy las comienza su dueño
y mañana vive en ellas
a medio secar sus techos.
FÉLIX Dadme la mano, Leonarda.
LEONARDA Como quien sóis habéis hecho.
POLEO Dadme vos la vuestra, Inés.
INÉS Tú eres mi dueño, Poleo.
POLEO Y tú mi zaracatona.
PAYO Lucía, toca esos huesos.
LUCÍA No te acostarás sin luz,
candil de mis pensamientos
serás de noche y de día.
CONDE Tristán, Carlos, caballeros,
a cenar están llamando.
LEONARDA Pidamos perdón primero
a tan discreto Senado,
LEONARDA Como quien sóis habéis hecho.
POLEO Dadme vos la vuestra, Inés.
INÉS Tú eres mi dueño, Poleo.
POLEO Y tú mi zaracatona.
PAYO Lucía, toca esos huesos.
LUCÍA No te acostarás sin luz,
candil de mis pensamientos
serás de noche y de día.
CONDE Tristán, Carlos, caballeros,
a cenar están llamando.
LEONARDA Pidamos perdón primero
a tan discreto Senado,